lunes, 31 de diciembre de 2012

Correo enviado por el Gabinete de Asesoramiento de la Universidad Politecnica

Estimados compañeros y compañeras,

Quisiera congratularos por del acuerdo que habéis logrado arrancar a la empresa, por el carácter inédito que éste tiene en el ámbito de las Administraciones Públicas. 

Hay que celebrar también que se haya pospuesto la modificación de la jubilación anticipada de carácter forzoso (la voluntaria si que se ha modificado), siendo poco probable que nos pueda afectar en el fututo de forma retroactiva.
No puedo sin embargo ocultaros mi preocupación por el resultado del referéndum del próximo día 3. Si el resultado fuera “no” se le estaría dando carta blanca a la empresa:

a)El despido de 450 personas al parecer sería automático, así lo ha expresado la empresa en su oferta de acuerdo, sin obligación por parte de ésta de atenuar ya sus efectos sociales, pues los trabajadores mismos lo habrían rechazado.

b)Las prejubilaciones suponen una rebaja importante de renta pero con un futuro asegurado. Los despidos directos de personas no jubilables sólo tiene el horizonte de los dos años de desempleo.

c)Nos enfrentaríamos a muchos meses de incertidumbre respecto de quien puede ser despedido, pues la empresa tiene hasta agosto 2013 para ir designando trabajadores. Ese goteo de despidos auguraría un tiempo de angustia y de división similar a lo que se está viviendo en Canal 9.

d)La empresa podría llevarlos a cabo sin control sindical de ningún tipo. Podría elegir a quien despide y cuando despide, sólo con sujeción a los criterios laxos de designación contenidos en la Memoria.

e)El rechazo de la plantilla reforzaría a la empresa, debilitando a los sindicatos y dividiendo a la plantilla, un escenario no muy adecuado para poder enfrentarse con solvencia a lo que aún tenemos por delante: la renegociación de convenio  y la más que segura continuidad de los recortes en el sector público.

La vía judicial, a través de una impugnación colectiva que hipotéticamente pudiera plantear los sindicatos no firmantes en este momento, tampoco nos ofrece un panorama mejor:

a)La nulidad por motivos procedimentales sería difícil de sostener a la luz de la propuesta de la empresa. La empresa puede acreditar que ha aceptado gran parte de las peticiones existentes en el acta del banco sindical y la existencia de una negociación real y de buena fe. 

b)Existiendo preacuerdo es difícil que el TSJ de la C. Valenciana entre a valorar la concurrencia de las causas. De modo que la improcedencia tampoco estaría especialmente fácil. (Es un efecto equiparable al que tenían los acuerdos antes de la reforma 2012)

c)Una propuesta por parte de la empresa de estas características, en un momento con el actual no sería mal vista por los jueces, por su contenido en gran medida inédito actualmente y por contar, además, con el respaldo de la mayoría del comité. A los jueces no se les ocurriría “tumbarlo” sino más bien estarán predispuestos a favorecer ese tipo de negociaciones y acuerdos en el sector público.

d)Lo más preocupante es que un procedimiento colectivo que se perdiera cerraría las puertas a las impugnaciones individuales. No se le podría hacer mayor favor a la empresa y peor servicio a los trabajadores. Echaríamos a perder el gran trabajo realizado en las actas y contra-informes en los que habéis puesto tanto esfuerzo para que los trabajadores que lo elijan impugnen la decisión empresarial. 

e)Estos procedimientos se resuelven en un mes o dos aproximadamente. Aunque, pese a todo, se consiguiera la nulidad al día siguiente la empresa puede plantear otro ERE. Y una declaración de improcedencia no nos devolvería el empleo. No habríamos ganado mucho tiempo, en cambio, con las individuales conseguimos más tiempo (para cuando se resuelvan la situación de la empresa puede ser otra, pueden haberse abierto nuevas líneas por ejemplo) y además conseguimos salarios de tramitación en el caso de nulidad.

f)Los tribunales no están acogiendo favorablemente la postura sindical de “no acepto ningún despido” . Lo consideran falta de buena fe y han llegado a declarar la procedencia. Os adjunto una sentencia paradigmática en este sentido.

Como habréis deducido ya, tanto la impugnación colectiva como un “no” en el referéndum a quien beneficiaría, de verdad, y además, mucho, sería a la empresa. 
Considero por ello especialmente importante explicar a la plantilla todos los escenarios posibles y darles información sobre las consecuencias asociadas a cada opción para poder decidir con criterio suficiente.

La responsabilidad de los despidos es exclusivamente de la empresa y del partido político que está vendiendo este país a precio de saldo. 

Los sindicatos tienen la obligación de intentar evitar hasta dónde les lleguen las fuerzas las consecuencias del ERE planteado por la empresa y auspiciado por el PP. Vosotros habéis demostrado un gran sentido de responsabilidad. Creo que a vosotros no se os puede pedir más, pues lo habéis dado todo en este proceso, superando antiguas divisiones. 

Os pido que volvamos a unir fuerzas, este ERE podría ser la ocasión para una nueva etapa de entendimiento sindical y de cohesión de la plantilla en favor de unos sindicatos fuertes frente a la empresa de cara a enfrentarse al futuro.